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The Premonitions
¿Has querido alguna vez ir a ese lugar que, por esas razones desconocidas de la vida, te lleva al centro de todo tu ser? Puede ser que siempre, o que nunca, o a veces, okey, pero The Premonitions la tienen muy clara: su premonición es un taxi esperando en tu puerta, listo para llevarte donde realmente quieras ir. Las dudas no existen.
Anoche, la avalancha sónica que son los Premonitions dejó marcas, sin que ninguno de los que estuviéramos ahí sospecháramos de esa fuerza. Algo parecido piensan de su experiencia, especialmente cuando les pregunté el gran hito que les hizo pasar de la adolescencia a la adultez: “¡MADRID!”. No me digas.
Los Premonitions son nostálgicos, de eso no hay ni una duda. De hecho, tuve por un segundo la impresión que podía estar rememorando la bella juventud de mis viejos en los 60’s (soy el último, el más querido ¿y qué?), y creo que quizás lo logré. Un garaje sesentero y purista, alegórico de los Kinks del 65, movedizo y honesto.
Si, okey, no hay nada innovador, pero ellos no lo niegan: “nosotros hacemos rhythm & blues, es lo que hacemos”. Quise seguir metiendo el dedo en su llaga angelina, pero, de veras, están claros: “nada de lo que hacemos es político, queremos que la gente se mueva”.
Marzo termina su gira por Europa y se aprontan a su nuevo viaje: Japón. ¿Material para un próximo disco? Dejémoslos. Van a volver por más.
Reseña y Fotos:
Juan Enema
KAMIKAZE SONORO
¿Has querido alguna vez ir a ese lugar que, por esas razones desconocidas de la vida, te lleva al centro de todo tu ser? Puede ser que siempre, o que nunca, o a veces, okey, pero The Premonitions la tienen muy clara: su premonición es un taxi esperando en tu puerta, listo para llevarte donde realmente quieras ir. Las dudas no existen.
Anoche, la avalancha sónica que son los Premonitions dejó marcas, sin que ninguno de los que estuviéramos ahí sospecháramos de esa fuerza. Algo parecido piensan de su experiencia, especialmente cuando les pregunté el gran hito que les hizo pasar de la adolescencia a la adultez: “¡MADRID!”. No me digas.
Los Premonitions son nostálgicos, de eso no hay ni una duda. De hecho, tuve por un segundo la impresión que podía estar rememorando la bella juventud de mis viejos en los 60’s (soy el último, el más querido ¿y qué?), y creo que quizás lo logré. Un garaje sesentero y purista, alegórico de los Kinks del 65, movedizo y honesto.
Si, okey, no hay nada innovador, pero ellos no lo niegan: “nosotros hacemos rhythm & blues, es lo que hacemos”. Quise seguir metiendo el dedo en su llaga angelina, pero, de veras, están claros: “nada de lo que hacemos es político, queremos que la gente se mueva”.
Marzo termina su gira por Europa y se aprontan a su nuevo viaje: Japón. ¿Material para un próximo disco? Dejémoslos. Van a volver por más.
Reseña y Fotos:
Juan Enema
KAMIKAZE SONORO
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