NACHO ROSA *SALA HONKY TONK*

CRÓNICA DESDE VENOM I:



CRÓNICA DESDE VENOM I:

Mordhida + It came from the void, 21-1-3023, sala Venom, Coslada, Madrid.

 

(Los que me seguís ya sabéis que significa el I...)

 

Pues otro sábado que nos encaminamos la mi Nuri y yo allende nuestras fronteras alcorconeras a disfrutar de buena música en directo, esta vez METAL así, con mayúsculas, a ver a nuestros hermanos de Mordhida, banda que además tiene su origen en Alcorcón, y expectantes ya que su mánager, mi clon Miguel (¡¡te queremos mucho!!) nos habia dejado caer que iba a ser un espectáculo digno de mención. Y aquí estoy yo, mencionándolo... también queríamos ver qué tal los amiguetes de It came from the void (en adelante ICFTV), con los que han tocado en Barcelona y hubo muy buen rollo, según nos cuentan. Y vamos a verlos después del honor que nos hicieron hace unos días, dejándonos una bandera enmarcada para que decoremos el Sótano del Rock de La Boca Agua by Cocinerarockera, que se está transformando gracias a todos nuestros amigos músicos y allegados en una galería artística del underground madrileño. 

Llegados a Coslada, sede de la sala Venom, donde se celebrará el concierto, nos encaminamos hacia ella, a ver si la conocemos por fin, después de haberla oído nombrar mucho y de haber hablado alguna vez con Víctor, su responsable, las veces que hemos visitado el programa de Conan en Universo Rock, donde es colaborador. La ubicación es buena, en una galería comercial alejada de las viviendas circundantes, con la consiguiente tranquilidad a la hora de entrar y salir, y de que los fumadores se echen su piti y formen esas tertulias que en nada tienen que envidiar a las del café Gijón. Entramos y nos encontramos una salita pequeña, pero acogedora, con un escenario apenas elevado del suelo, que más tarde nos va a permitir interactuar con los músicos muy bien, y crean un ambiente de familiaridad y complicidad muy agradable entre el público y los artistas. Y que me hará disfrutar de uno de los mejores momentos que he pasado en un concierto, ya veréis...


El ambiente ya estaba caldeado, había bastante gente, y muchos conocidos. Canjeo nuestras entradas y me dan mis boletos, en papel, con un bonito diseño...¡que no se pierdan las entradas en papel! y además, ¡un programa de mano! Si, como en el teatro, con el setlist con sus letras, y con un diseño y maquetación preciosos. ¡Esto promete! Después de la ronda de saludos, abrazos, besos, me voy a por las primeras birras de la noche, unas cualquiera, que en breve empieza el bolo y no tengo tiempo de bucear entre la variedad de cervezas artesanas que ofrece el local, ya vendré con más tiempo, y hago un barrido a ver el ambiente general. Y me doy cuenta sorprendido, de la cantidad de chavalillos que hay, ¡qué bien! parece que va a ser posible la renovación generacional en el Metal, cuando hay tanto crío en los bolos. ¡Bien!

Empieza a haber movimiento cerca del escenario, señal de que empezar el asunto; así que la mi Nuri y yo nos acercamos para ir cogiendo posiciones...y entonces, ¡sorpresa! la mayoría de esos críos que he visto pululando por allí se suben al escenario. ¡Toma ya! ¡Si resulta que los ICFTV son unos chavalillos! ¡Cojonudo! Empieza el espectáculo...


No empezamos con buen pie, el sonido deja un poco que desear, la voz apenas se oye, y la batería se come al resto. Peeeero...¡madre mía qué cinco! Desde el primer momento, a la par que su contundentísima descarga musical, nos ofrecen una descarga de adrenalina, empiezan a botar los cinco (si, los cinco, el baterista incluido, estuvo más tiempo de pié que sentado) y nos contagian de su ímpetu a los valientes que estábamos delante, esquivando los mástiles de bajos y guitarras, y a ratos, haciendo pogos con ellos, que se bajaban del escenario a compartir empujones y sudor con los simples mortales que estábamos dándolo todo en nombre del Metal. Empezaron a desgranar su EP homónimo (¡que buenísima esa portada rememorando esas películas sci-fi de los 50'!) con la canción que inicia también su trabajo, "Chapter 1", para ir metiéndonos en harina, y para que nadie se engañe de lo que va a suceder allí esa noche; a continuación, nos ofrecen “Cordyceps" y "Grief", sin dejar en ningún momento que el ambiente decaiga. Y así era, enfrente de ellos los que allí estábamos ya estábamos a tope, compartiendo espacio, sudor, compañerismo y muy bien rollo. Y es que cuando ves a los de arriba pasárselo bien, los de abajo disfrutamos. En ese momento se descuelgan con una perlita conocida para que la cosa estalle: "You only live once" de Slipknot. Y claro, a darlo todo, compartiendo bailes con algunos componentes de Mordhida que se unieron a la fiesta, calentando motores. Continuaron con sus producciones, tocando "Aiming mirrors", "Shadows of your bliss", "Crystal walls" y "No place to hide", demostrándonos la contundencia aplastante de su música, con un desparpajo y buen hacer que llama poderosamente la atención, parece que llevaran treinta años subido en los escenarios. ¡Chapeau! Y para despedirse y dejarnos bien augustito se marcaron "Psychosocial", de Slipknot. Pues eso, la apoteosis...




 

Después de las fotos de rigor y de una ovación más que merecida, los chicos de ICFTV bajaron a darse un baño de masas, ganado con esfuerzo y sudor, y muy merecido. Y empieza el plato fuerte...

Volvemos a hidratarnos, y aprovechamos para felicitar a ICFTV, echarnos unas fotitos conmemorativas y sacarles unos autógrafos, y empezamos a ver a Mordhida trasegar en el escenario; la expectación en máxima. ¿Qué nos tendrán preparados los chicos de Miguel...? Después de verlos varias veces, ya sabemos que no solo tiene una música cojonuda y muy bien interpretada. También montan un buen espectáculo, hasta con pirotecnia, aunque hoy debido a las limitaciones de una sala pequeña sabemos que no habrá. Pero la imaginación que tienen sabemos que lo suplirá con creces, como acabamos corroborando.


Los primeros acordes de "Evil" empiezan a atronar la sala Venom, con un sonido que ya había mejorado mientras ICFTV había ido avanzando su espectáculo, y la catarsis entre público y banda comienza...los ICFTV al completo, sus fans y los fans de Mordhida empezamos a mover al público en el inicio de la Comunión Metalera. A continuación, sudorosos y resoplantes (que ya llevábamos un buen rato antes moviéndonos, y ya vamos teniendo una edad...) escuchamos el inicio de uno de los himnos de la banda: "From first to last". Ante un público más que entregado Mordhida despliega toda su profesionalidad y buen hacer mientras disfrutan de lo que hacen. Y ahora llega "el momento"...con un riff de guitarra totalmente reconocible empieza "Boredom" mientras Manu, frontman entre los frontman, saca un tambor, dos baquetas y empieza a aporrearlo siguiendo los compases para crear un inicio de tema de los mejores que visto. Y al rato, cuando nos tenían bien en lo alto, coge las baquetas, se me acerca, me las da y me ofrece el tambor, sujetándolo para que pueda tocar...y sí, toqué, toqué en directo con Mordhida. No podía estar más feliz. ¡Qué subidón! Ufffff...Iba a poner que a continuación empezó otro de los himnos que tienen, pero es que casi todos sus temas lo son. "It's Alive" es lo que sonó a continuación, y después, ahí sí que sí, EL HIMNO: "Holycaust" (apunte: el que no haya visto el vídeoclip de esta canción está tardando en buscarlo y verlo. Es ALUCINANTE).




 

 

 Lo tiene toda esta canción. Y tiene...¡el libro llameante! El momento foto de Mordhida por excelencia. Bueno...hasta ahora. Porque Miguel no nos engañaba. Hubo más momentos foto esta vez (y a mi tocando el tambor nadie me pilló...¡joder!). Después vinieron "Resurrection" y una canción que a mí me toca especialmente, "Dusk". Esta canción me emociona, es de esos temas que te hacen sentir una descarga recorriendo el cuerpo de abajo a arriba y que te alborotan la mente. Y te la dejan reseteada y lista para seguir, y seguir mejor. Y seguimos, y ya te digo que mejor. Continuaron desgranando temazo tras temazo, "The butcher", "Not my cross", "The puppetter"... mientras nosotros no parábamos de bailar, saltar, gritar, silbar, empujar, reír, abrazar...y para que no quedara ninguna duda del ambiente que habían conseguido crear cada poco nos arrancabamos con cánticos, no sólo coreando las canciones dirigidos por Manu, si no que surgían espontáneamente los clásicos, hoy por hoy casi olvidados, los oeoeoe, corear el nombre del grupo (con alguna discrepancia sobre su acentuación...), cosas que hacía tiempo que no veía en un concierto y que demuestran el grado de unión que se consiguió aquella noche. En esas estábamos, disfrutando de Guille y su superbajo, del último en incorporarse, Manu, a las baquetas, ya completamente integrado, del fundador Flavio, y del oriundo Jamie haciendo sus filigranas habituales, cuando sacan de algún lugar un atril...un atril cerrado, con su fila de micrófonos y el anagrama de Mordhida en grande delante. Y comienza "Politician's sitcom", y Manu aparece con su melena bien recogida en una coleta y un traje impecable, con un maletín en la mano. Y empieza a darnos un mitin, y nosotros caímos rendidos a sus pies. Y nos lo pagó como solo los buenos políticos saben...¡con una lluvia de billetes! Dinero Mordhida, con los rostros de nuestros ídolos en ellos. ¡No podíamos ser más felices! ¡Contentos y ricos! ¿¡Qué más se puede pedir!? La apoteosis ya estaba servida, solo nos faltaba disfrutarla. Nos soltaron aquí "The idiotic principle", tema que da título a su álbum, y apareció la ya famosa bandera roja de Mordhida, que fue ondeada al son de la canción, y paseada por toda la sala por el público, y a continuación "Hell", para que fuéramos quemando los últimos cartuchos. Y así hicimos, aprovechando esta canción y las indicaciones de Manu para corear el estribillo, y cualquier mínima pausa que nos dejaban para respirar para seguir arengándolos. Y creían que aquí ya se acababa la noche...pero les obligamos a que nos tocaran la última. Y eligieron una de un grupo hermano, "I'm free", de Natal Pride. Y ya por fin les dejamos que se fueran a descansar, que bien merecido se lo tenían, no sin antes deshacernos las manos en aplausos y las gargantas en vítores.




 
 

En resumen, un PEDAZO DE BOLO. Dos grupazos. Por 12 euros (¡con consumición!). ¡Si se puede! Y los hay...pero pocos. Porque no hay ni oferta ni demanda. La oferta limitada por los intereses económicos y la demanda por la apatía del público. Esto a nivel underground, los grandes festivales y grupos estelares están en otro nivel. Y hace unos días que se está generando un debate sobre ello, sobre los precios y la desfachatez con las entradas y los plazos, a ver si sale algo en claro.

 

Gracias eternas a las bandas y su esfuerzo.

 

Miguel Ángel Martín Pérez



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