Lobonegro, 3-3-2023 sala Carpe Diem, Móstoles, Madrid.

Lobonegro, 3-3-2023 sala Carpe Diem, Móstoles, Madrid.

 

(¡En breve, por fin, habrá un II!)

 

Nuevamente mi Nuri y yo nos encaminamos hacia el más allá, Móstoles creo que le llamáis los que sois de provincias. Vamos a la sala Carpe Diem, sala especial para nosotros porque fuimos los mediadores para que allí se empezaran a realizar conciertos de rock, ya que conocemos a sus dueños, y además esta ocasión es especial, los lobitos nos han puesto en su cartel, así que vamos doblemente motivados. Y cargados, claro, habrá que dar de comer a los sufridos músicos, así que vaciamos un poco las despensas de La Boca Agua by Cocinerarockera y preparamos unas viandas.

Pasada la frontera sin problema arribamos a la sala, a la hora que abrían puertas, y allí nos encontramos a los músicos liados con la prueba de sonido...y así estuvieron muuuucho rato; las cosas del directo. Tuvieron muchísimos problemas, y la actuación se demoró bastante. No importa, ¡¡vamos cargados de paciencia, croquetas, tortillas y Pollorock!! Que las penas con pan son menos.

Al fin lograron que el sonido fuera aceptable, gracias a la ayuda de Jamie, guitarrista de Mordhida y técnico de sonido que pululan por aquellos lares, bendito sea, y se refugiaron en el camerino a cambiarse para poder empezar su gala. Gala que nos habían advertido, personalmente y por redes, que iba a ser muy especial, y nos depararía sorpresas. Y las hubo, ya te digo que si las hubo.

Arrancan los lobitos como saben, no sé si es que no quieren o no pueden hacerlo de otra manera, y es a tope; desde que suena el primer acorde, el primer golpe de baqueta, aparece el rock 'n'roll...no, con mayúsculas, el ROCK'N'ROLL. Sí señores, lo de esta banda es así, ROCK 'N'ROLL, puro y duro, y no solo su música, sino su actitud. Empezando por Orlando, el mejor frontman que conozco, (de Rock'n'roll, Manu de Mordhida, tú eres el mejor del Metal, como demostraste al día siguiente...), ¡no le falta un detalle! Melena, belleza, pecho lobo (¡pos claro!), actitud, vozarrón, entrega, cariño, camisa blanca y chaleco negro...el yerno que toda rockera querría para su hija, y siguiendo por todos y cada uno de los componentes de la banda. No para ni uno, son como una marabunta que unidos nos mordisquean los pies y nos impiden quedarnos quietos, tienes que bailar si o si. Ahí tenemos a Manu al bajo, a Jose y Rubén en las guitarras...¡anda! ¡pero si la primera sorpresa ya está ahí! Claro, como está al fondo está mas disimulado...¡el que está detrás de los platillos no es Javi! Asoma un tiarrón con barba que aporrea la batería como si no hubiera un mañana. Jas le llaman, me informa mi Palomi, su mánager, y me dice que esté pendiente de él, que me va a gustar... lo haré. Y lo hizo, me gustó, y está perfectamente acoplado al trastorno de sus compañeros. Ains...

Empieza el show con dos temas de su álbum "Lobonegro" (joder, son buenos músicos, a ver si van a tener que saber también de marketing), "La gran mentira" y "Sin dirección", y automáticamente a todos se nos empezaron a mover las caderas, pies...¡todo! a pesar del sonido...han hecho lo posible, pero no se oye muy allá, aunque fue mejorando según avanzaban, con algún que otro contratiempo. Pero supieron obviar muy profesionalmente para que pudiéramos disfrutar de su música, cosa que consiguieron. Ya con el cuerpo caliente, Orlando nos confiesa que hoy por hoy solo "Vivo por el Rock'n'roll", cosa que nos ha pasado a todos alguna vez, y a continuación nos deleitan con una versión de Los Zigarros, "¿Qué demonios hago yo aquí?", para lo que nosotros teníamos las respuestas: ¡disfrutar como niños con vuestra música! Bailando como locos poseídos por el dios del Rock'n'roll, entregando nuestra alma...

Cómo son buena gente, nos dan una pequeña tregua y nos interpretan "Hoy", para que cojamos un poco de aliento, demos un trago fugaz a nuestras cervezas y comprobemos que no solo saben dar caña, saben ponerse melódicos y demostrarnos que son unos músicos excelentes. Y queda confirmado, lo son.

En este punto nos informan de lo que ya sabíamos, que la batería no la dirige su conductor habitual, y ahora está a los mandos Jas, e invitan a Javi a subir y tocar un par de temas para despedirse como debe ser: dando caña a las baquetas. Y se arrancan con "Mulo" y "Bésame", mientras otra de las sorpresas se manifiesta ante nosotros: ¡Jas no lleva pantalones! Lo que siempre habíamos sospechado se ha confirmado: los bateristas van sin pantalones, al igual que los presentadores de televisión. Vaya nochecita...¡y todavía faltan cosas! Mientras tanto, Jas nos deleita con bailecitos a un lado del escenario, cual gogó, muy adecuado teniendo en cuenta que la sala es una discoteca a partir de las doce...lo que no sabemos es si cuando den las doce campanadas Jas deberá irse corriendo perdiendo un zapato en la huida...

Al acabar estos dos temas, después de hacernos acompañarlos en los coros, los bateristas retoman sus posiciones iniciales, y Javi se baja del escenario después de abrazarse con sus ya excompañeros y de recibir una más que merecida ovación por nuestra parte, y buenos deseos de parte de todos con su proyecto personal al que se va a dedicar a partir de ahora, "Cuarto y mitad".

Recompuesta de nuevo la banda nos tocan "Mi libertad", grito rebelde por excelencia, y aprovechan para presentarnos a todos los componentes, y Jas nos da una buena muestra de lo que nos espera de aquí en adelante, y mola.

Y llega mi momento más ansiado: ¡empiezan los acordes de "¡Las calles de Madrid”, mi favorita! Me dejo la garganta desgañitándose con los coros, y como siempre me invade la emoción...¡por favor que no pare nunca la música! ¡por Dio!

 

 

 La apoteosis está servida, estamos compartiendo el momento con la banda, atacan "Fugitivo", su canción más rocanrolera, mientras Orlando se baja a bailar con nosotros y con Javi que por allí anda brincando (el escenario invita a ello, es muy pequeño para lo que se menea esta gente), Manu se sube a los bafles, Orlando vuelve y se tira al suelo mientras Jose se pone encima de él, siguen con "Lobo solitario", hay un duelo Orlando - Rubén, nos hacen corear...hasta la apoteosis final. Y cuando nos tenían ahí, en lo más alto, la sorpresa final. Zas, en todo lo alto. Nos comunican que Rubén, uno de los fundadores, deja la banda. Y se despide tocando un tema inédito y con un título muy apropiado, "Me voy". Y con estos mimbres nos acabaron de tejer la cesta en la que se llevaron nuestro corazón rockero...para devolvértelo en la próxima actuación. Y en medio de una ovación sincera y eterna, los lobitos se retiran a su madriguera.

 

 

 

Allí les esperábamos mi Nuri, la Cocinera rockera, y yo, para vivir un momento mágico. Compartir con los seis miembros, por un día, de la banda, la cena que les traíamos de La Boca Agua, disfrutando con ellos de una situación irrepetible, y estamos eternamente agradecidos por habernos dejado ser partícipes de ello.

Siempre en nuestros corazones, Lobonegro. Los que han sido, son y serán.

 

 

Gracias eternas a las bandas y su esfuerzo.

 

Miguel Ángel Martín Pérez, 8-3-2023.